- Pese a que la ley la exime de responsabilidad, una adulta mayor pasó más de 12 horas sirviendo en la mesa 14 del Colegio España en el puerto de San Antonio. Decidió quedarse por temor a ser multada por un juzgado de policía local.
Es el domingo 17 de diciembre del año 2023 y en cuatro días habrá llegado el verano en las playas del litoral central, sin embargo, el frío matinal parece tener más rasgos de otoño que de primavera en el puerto de San Antonio. El reloj pasa apenas las seis de la mañana y los instrumentos del Aeródromo de Santo Domingo registran siete grados de temperatura. Rosa Poblete Riquelme siente el frío matinal, pero sabe que debe levantarse, la hora avanza y aún debe caminar unas cuatro cuadras antes de llegar a su destino. Es cuarta vez que se enfrenta el mismo desafío, pero claro, las energías ya no son las mismas, a sus 74 años otra vez será vocal de mesa en un proceso electoral.
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(El Colegio España es uno de los recintos más tradicionales de San Antonio como local de votación, allí se instalan las mesas 4 a la 18 y votan cerca de cinco mil personas) |
07:30 de la mañana del domingo 17 de diciembre y Rosa sube los peldaños de la escalera que la conducen hasta el hall del colegio en esta jornada de plebiscito constitucional. Hay militares, personal del Servel y algunos tímidos votantes de más edad que esperan que sus mesas se abran. Junto a sus compañeros de mesa retira los utensilios y es abordada por la Jefa del local Valentina Maldonado, quién le manifiesta que no debe asumir obligatoriamente ese rol pues su edad le permite justificarse. La encargada está en lo correcto, la ley 18.700 sobre votaciones populares y escrutinios establece en su artículo 45 las causales de excusas para ser vocal de mesa, entre ellas, tener más de 70 años.
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(Rosa cumpliendo con su deber de vocal de mesa) |
Usando mascarilla para prevenir enfermedades respiratorias, prefiere quedarse y cumplir con su deber cívico en el Colegio España de Llolleo, uno de los 15 locales de votación del puerto. Al término de la jornada dominical cinco mil 88 personas habrán votado en este recinto, 227 de ellos habrán estampado su firma en el libro de Rosa Poblete Riquelme.
Sus compañeros de mesa apenas rozan los 40 años y ella casi los duplica, la verdad que poco entienden del por qué la Junta Electoral la sigue llamando. Miguel Hernández ya lleva cuatro elecciones en el cuerpo y como presidente de la mesa 14 asegura que no le parece correcto que una mujer como Rosa tenga que pasar por esto, “nosotros podemos pasar de largo o incluso aguantarnos de ir al baño, las incomodidades uno se las banca, pero el descriterio de tener a la Rosita acá sobrepasa cualquier límite” dice algo molesto, pese a que reconoce que “lo pasamos ‘chancho’ con ella, se ríe a la par con nosotros y hace las mismas tareas que todos”, sentencia.
Rosita está en lo correcto al aceptar quedarse, Valentina Maldonado cuenta que las “multas por no presentarse van de las dos hasta las ocho UTM, es decir, desde los 128 mil hasta los 511 mil pesos para los vocales de mesa. Incluso he tenido vocales que habiéndose presentado han sido citados al juzgado y solo mostrando una foto, fueron absueltos por la magistrada”
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(Rosa no quiso dejar de cumplir por temor a ser sancionada por el Juzgado de Policía Local) |
Para los vocales las multas son más altas que para los votantes que no cumplen con su deber cívico “el no asistir a votar -dice la jefa de local- puede significar pagar entre $32.108 a $192.648”.
A las 9:35 de la mañana del 18 de diciembre las 15 mesas del Colegio España están constituidas, listas y dispuestas para recibir los sufragios de los sanantoninos. Ocho horas después, Rosa sigue ahí cumpliendo con su deber cívico, estoica, cansada pero dispuesta a no flaquear. “No lo encuentro desagradable, es una actividad que hay que cumplirla y venir con el mejor ánimo -dice Rosa Riquelme- lo mejor es que he sido bien recibida por mis compañeros, lindo, lindo, se han portado muy bien” sentencia.
“Un Ejemplo a seguir”
Sebastián Muñoz, se baja del auto de su papá apenas una cuadra antes de llegar al local, hace apenas un mes terminó su etapa escolar. Este llolleíno egresado del Colegio Fernández León cumplió 18 años este 2023 y en pocos minutos emitirá por primera vez en su vida su derecho a sufragio. Reconoce que no le entusiasma mucho la idea de votar “pero entiendo que es importante participar de las decisiones del país”, señala.
En la mesa 14 y con sorpresa lo recibe Rosa. Varias generaciones los separan, pero un mismo fin, fortalecer la democracia del país. Sebastián no deja de asombrarse de ver a esta mujer participando del proceso, “no me imaginé nunca que una persona mayor como ella estaría acá, pensaba que a las personas mayores se les eximía de esta responsabilidad” dice, y luego cambia el tono de voz para afirmar que “se pasó, me imagine a mi abuela creo que tenerla acá nos motiva a los que estamos recién votado, ella es un ejemplo a seguir” dice el joven estudiante.
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(Los vocales de la mesa 18 del Colegio España) |
En menos de una hora se abrirán las mesas, empezará el conteo de votos y Rosa será a sus 75 años, testigo privilegiada de la historia Chile, habrá participado de los intentos por definir nuevas reglas para el país, en los intentos por poner en vigencia una nueva constitución en democracia, al igual que en 1925.
Han pasado más de 12 horas desde que Rosa inició su día y aún quedan unos 120 minutos más para emprenda camino a casa.
Esta mujer sanantonina es parte de los dos millones 664 mil 128 adultos mayores que hay en Chile -según el INE (instituto Nacional de Estadísticas)- y que probablemente no deberían estar sentados como vocal de mesa en una extensa elección. Sin embargo, decidió cumplir con su deber, por eso, al responder una última pregunta, si espera que esta sea la última solo -con voz risueña- se limita a decir “no lo sé, espero que sí, pero parece que no se quieren olvidar de mi”.
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